Auto Fisting

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El fisting o fist fucking es un termino inglés que da nombre a la practica sexual consistente en introducir el puño en la vagina o el ano, ya sea de forma parcial o total, hay que ir con mucho cuidado porque es una práctica muy peligrosa si no se hace con los cuidados necesarios.

Aún siendo una práctica extrema, quienes lo han probado aseguran haber experimento un gran placer. En este tipo de práctica se valora más la sensación que provoca la introducción de la mano dilatando la zona, que no el movimiento hacia dentro y fuera que pueda hacer. El placer reside justamente en la elasticidad de nuestros músculos y la contracción que provoca el introducir algo de un tamaño considerable.

Seguro que si habéis visitado algún sex shop, habréis visto el típico juguete en forma de brazo o de puño, pensado específicamente para este tipo de práctica.

Como comentaba antes es peligroso si no se realiza con los cuidado necesarios, ya que puede provocar daños importantes si no se sabe hacer bien.

Primero de todo hay que tener claro que el placer reside en la dilatación y por tanto ese debe ser la finalidad. Para lograrlo es necesario dedicarle tiempo y sobre todo mucha calma. El festee (la persona que es penetrada) debe estar relajada y no contraer los músculos involuntariamente. La introducción de la mano debe hacerse paulatinamente conforme la vagina o el ano se va adaptando al grosor, ya que sino podría realmente ser muy doloroso y causar daños graves.

Deben tomarse una serie de precauciones:

1. Higiene y limpieza: el fister (quien tiene el rol activo, el que penetra) debe tener cuidado con la higiene. Hay que lavar bien la mano que vaya a introducirse para evitar cualquier tipo de infección.

El cuidado de las uñas es algo básico. Deben estar lo más cortas posibles, limadas y sin durezas ni raspaduras, para evitar cualquier tipo de arañazo o herida en el interior.

2. Guantes de látex: siempre que se pueda, es mejor utilizar guantes de látex, ya que ayudan a evitar posibles infecciones, las uñas quedan resguardadas para evitar molestias y se desliza más fácilmente.

3. Abundante lubricante: es primordial la utilización de lubricante en abundancia, tanto en la zona como en la mano. Si es lubricante con base de agua mucho mejor. Evitar los que son de aceite.

Hay un tipo en concreto de venta en sex shops que se llama fisting gel, ideal para esta práctica ya que ayuda mucho con la dilatación.

Si tenemos esto presente, la práctica del fisting será mucho más placentera y segura.

Cuando el fister proceda a la introducción de la mano, es mejor hacerlo con el puño abierto, únicamente juntando los dedos por la punta, ya que la forma que adquirirá la mano, facilitará el trabajo. Aunque también hay otras maneras de hacerlo como por ejemplo el puño cerrado o incluso con las dos manos juntando las palmas. En este último caso estaríamos hablando de doble fisting.

Aquí hay algunos consejos para hacer las cosas más fáciles.

1. Hacerlo Juntos.
Piensa en el fisting como una colaboración, no como en algo que un miembro de la pareja hace al otro. Si la receptora es usualmente poco activa, ella puede tener que hacer un poco más de trabajo del que está acostumbrada.

2. Enciéndela.
Haz las cosas que más os enciendan a ambos y partid desde allí. Mientras trabajas en la parte ancha de la mano, usa la boca, los dedos de la otra mano, o un vibrador para una sensación extra de traqueteo del clítoris para aumentar su placer.

3. Relájate.
Al entrar, tu amante debería relajar los músculos de su vulva tanto como pueda. Una forma de hacer esto es apretar y mantener tensos los músculos pubococcígeos (PC), después libere esa tensión con una exhalación rápida. Al liberarse y relajarse ella, su mano se deslizará más adentro.

4. Poco a poco.
La receptora debe respirar profundamente, mientras se imagina su vagina abriéndose para recibir la mano de su amante. Si ella está acostada de espaldas, puede encontrar que estirándose e inclinando la cabeza hacia atrás crea más espacio. Con la espina dorsal estirada, todos los órganos internos se mueven hacia arriba, creando más espacio y menos presión en la vagina.

5. Un poco más.
Al entrar los dedos, el pulgar a menudo se dobla debajo de ellos para formar un puño, aunque también es posible que el pulgar esté afuera. La receptora puede comenzar a contraerse tanto que la presión sobre su mano sea incómoda. Quédate ahí. No salgas de repente porque podrías lastimarla.

6. Llénala.
Una vez que tu mano está dentro, apunta más a llenarla que a bombearla. Comienza contrayendo y expandiendo tu mano para crear una sensación de lleno. Son mejores los movimientos lentos, pequeños. Puedes incrementar la acción cuando su vulva se haya acostumbrado a su puño.

7. Dialogar.
La comunicación y la confianza son necesarias, hablad para saber lo que está pasando. A veces todo lo que desea la receptora del fisting es la sensación de ser llenada por tu mano, otras veces es bienvenido algo más salvaje.

8. Sacándolo.
Cuando estés listo para sacar la mano, díselo para que ella pueda trabajarlo contigo. Ella debería relajarse y apaciguarse a medida que le sacas y deshaces tu puño. Es mejor dejar que ella lo empuje.

Si no seguimos las precauciones adecuadas y no se practica bien el fisting, puede acarrear serios problemas y consecuencias como infecciones, inflamación pélvica, lesiones en el útero… ( aunque hay que decir que la vagina es un músculo muy elástico, y muy mal debería hacerse para crear lesiones).

Fisting Anal

Si el fisting es por el ano, es más delicado ya que es una zona donde hay pocas terminaciones nerviosas y el dolor no es tan evidente. Puede provocar desgarros o fisuras del tejido interno, perforación del colon o del intestino, rotura del esfínter y la mucosa anal, dilatación paulatina de los esfínteres…

Te recomiendo que si quieres probarlo tengas muy en cuenta las precauciones que se deben tomar. De nuevo, los ingredientes clave son la relajación, la comunicación, y la lubricación.

Muchos encuentran que abrir el ano es un desafío mayor que ser vaginalmente receptiva, por lo tanto tómate mucho tiempo y permisos; id tan lejos como queráis.

Mientras que en el fisting vaginal, uno debe usar solamente lubricantes de base acuosa, para el juego anal, los lubricantes de base oleosa, más espesos y duraderos, son mejores. Usa mucho lubricante y haz el trabajo, un dedo cada vez. Inspira profundamente, relaja conscientemente los músculos anales apretados, despacio.

Es clave permanecer en la sintonía de tu pareja. Si en algún momento causa molestia o se siente dolor, se deja. Si no, sigue hasta donde te sientas cómod@ y disfruta del placer de esta práctica.

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