Follar es complicado. En ocasiones requiere mucho esfuerzo, intendencia y estrategia. Y en España está claro que apostamos por mimar el estómago para acabar en la cama.

El 54% de los españoles reconoce haber invitado alguna vez a alguien a cenar con la esperanza de acabar teniendo relaciones sexuales.
Y no se aprecian grandes diferencias por franzas de edad.
De hecho, invitar a cenar es el mejor modo para llevarse a alguien a la cama para el 31,9% de los encuestados. Otras estrategias comunes son invitar a pasar un fin de semana fuera (27,3%), proponérselo directamente (18,6%), irse una noche de copas (8,9%) o hacerle un regalo (5,5%).

El 7,8% no sabe cómo lograrlo o no quiere hacer partícipe al resto del mundo de su forma de obrar.
Resulta por tanto curioso que apenas un 20,7% crea en el poder afrodisíaco de algunos alimentos. El 74,7% de los encuestados no tienen la más mínima fe en lograr triunfar una noche gracias a la ostras o las trufas.

Tampoco se estila demasiado el emplear determinados alimentos para juegos eróticos, pese al éxito de películas como Nueve semanas y media: el 77,5% asegura no haberlo hecho jamás. Sólo un 19,95% reconoce haberse divertido empleando a su pareja como plato.
Aunque aquí sí se aprecian diferencias por edades. El 34,2% de los menores de 29 años ha usado la comida para divertirse durante el acto sexual. Únicamente el 9,7% de los mayores de 45 años dicen haberlo hecho.

Todos estos datos forman parte del estudio nacional «Sexo y Gastronomía» realizado por Sigma 2 mediante 2.803 entrevistas telefónicas a personas mayores de edad, para la Asociación Española para la Salud Sexual (AESS).