Dicen que cura la eyaculación precoz, vigoriza las erecciones y evita el dolor ante los golpes.
Es una de esas prácticas chinas milenarias. Es una técnica del kung fu y, por lo tanto, requiere concentración, paciencia y perseverancia. No hay resultados instantáneos en esta sabiduría.
Se llama Qigong, y consiste en una serie de ejercicios y masajes. Con el se aumenta la circulación de la zona y promueve la función endócrina de los testículos.
Hay unos 60 mil seguidores de esta técnica en el mundo y aunque son capaces de levantar kilos con sus penes, el objetivo en realidad es tener más energía y, también, mejorar el desempeño sexual. Dicen que esta rama del kung fu domina la salud reproductiva y que es una técnica verdaderamente poderosa.
Son ejercicios de respiración y técnicas que permiten dirigir la energía del cuerpo. También hay meditación y masajes en los genitales. La idea detrás de todo esto es que el pene y los testículos también deben ser fortalecidos como los brazos, las piernas y el abdomen. Combina un poco de budismo y otro tanto de taoísmo. Los que dominan el arte del pene de hierro lo cuidan celosamente. Sólo algunos elegidos pueden convertirse en discípulos. No se supone que nadie entrene para que le crezca el pene. En todo caso será una consecuencia de un aprendizaje que tiene valor en sí mismo.