Mis padres se fueron de viaje y mi primo se quedo en mi casa para cuidarme…
Sucedió cuando tenía 18 años, mis padres no confiaban en dejarme sólo en casa así que llamaron a David, mi primo quien habitualmente se quedaba en mi casa cuando viajábamos, pero por primera vez no solo cuidaría mi casa sino también a mi. El no tiene novia y ya sabría por que.
David, desde que me empezaron a gustar los hombres me empezó a gustar el también, tenía 30 años, la gente se burlaba de el, le llamaban viejo, canoso, cabezón, y lo molestaban diciéndole que rebajara, que estaba poniéndose gordo, pero que podía hacer el, su trabajo le impedía ejercitarse. Pero a mi nunca me pareció feo, todo lo contrario, veía sus labios carnosos, su piel blanca, sus piernas gruesas de futbolista, todos los hombres de la familia las tenemos y ni siquiera trotábamos, su pecho con solo unos pocos bellos suaves, sus brazos fuertes y su culo, sus nalgas me volvían loco. Algunas veces lo vi en bóxer y me calentaba con sus nalgas grandes y bien paraditas. Por ultimo lo más importante, su paquete, bastante grande y notable, se lo miraba cada vez que podía.
Incontables veces me masturbaba pensando en David, soñando que mi primito me abriera las nalgas y me clavara su verga larga y gruesa y que me inyectara litros de su esperma caliente. Pero mis sueños eróticos estaban a punto de volverse realidad.
Mis padres se fueron y me quede sólo, ansioso de que llegaran las 6 de la tarde para que David me acompañara. Estaba tan caliente que me puse a ver porno y me di unas buenas pajas, me masturbe en la cama, en el sofá y en la ducha, siempre imaginando a David. Pensaba que lo más seguro es que ni le tocaría una nalga, pero soñar no cuesta nada. Me afeite bien, dejando sólo un poco de bello al rededor de mi pene, arregle la cama y me puse el mejor slip que tenía, pensaba que era el ideal si debía quitarme los pantalones. A eso de las 4 para mi sorpresa llamo David, me dijo que saldría más temprano del trabajo para que no estuviera tanto tiempo solo. En cuarenta minutos llego David, nos saludamos como de costumbre, con un apretón de manos, el es un poco serio pero llego muy sonriente y con una mirada picara.
Fuimos a mi cuarto y puso su bolso en mi cama y se sentó, como has pasado el día? Me pregunto y le dije que muy bien, me encanta quedarme sólo en la casa, pero como es también de noche quisieron que vinieras a vigilarme. Si por que quien sabe que harías, me respondió entre risas. No, prefiero que vengas porque me daría miedo estar sólo de noche, le dije. Mientras sacaba su ropa del bolso me dijo: y que hiciste todo este tiempo? Yo solo quería gritarle que me masturbe pensando en el, viendo televisión, le dije. Bueno más vale me respondió. Se decantó y comenzó a quitarse la camisa, botón a botón, yo me quería morir, no sabía sí mirar o no, se quitó toda la camisa y dejo su pecho desnudo, no pude evitar mirar sus pezones.
El lo noto y me preguntó ¿qué vamos a comer? Yo de dije pizza desviando mi mirada a sus ojos, bueno ve llamando mientras me baño, yo tome el celular para no tener que salir de la habitación y poder ver a David, mientras marcaba el número oía como se quitaba el cinturón, y Lugo desabrocho su pantalón, mire inmediatamente, pero se sentó para quitarse los zapatos, aproveche y termine de marcar el número, mientras repica, David se levanta y se quita el pantalón, me iba a desmayar, pero no pensaba quitar la miraba no me daba pena que el se diera cuenta. Contestaron en la pizzería y hice la orden, titubeando por los nervios de tener a un hombre que amaba semi desnudo en frente de mi. David se quedo junto a mi hasta que colgué. Bueno esta pendiente me voy a bañar, se fue al baño y note que no se llevó otro bóxer, es decir, saldría en toalla o quizás en pelotas a vestirse, era mi oportunidad de ver en vivo todo con lo que había soñado. Se me detuvo el corazón cuando escuche que cerró la ducha. En unos pocos segundos le vería todo, salió rápidamente con la toalla puesta, yo quería arrancársela y llevarme todo eso a la boca.
No ha llegado la pizza!? Me dijo, te bañaste muy rápido, no ha pasado tanto tiempo, le respondí, tomo el bóxer negro y pensé que me diría el típico volteaste y yo moriría de la angustia, pero fue el quien se volteó y dejo caer la toalla, fue un momento de infarto, como si me dispararan, temblaba, se me seco la boca, y el corazón se me iba a salir, ni hablar de mi pene, me iba a romper el pantalón, sus nalgas blancas, grandes y excitantes salieron a la luz, era exactamente como me lo había imaginado. Su bóxer subió pero me quede contemplándolo, se dio media vuelta y me sonrió. Término de vestirse y llego la pizza. Comimos, mientras veíamos la tele y charolábamos, pero yo no podía dejar de pensar en aquel culo. Mañana es sábado, le dije, vas a trabajar? Sólo en la mañana, pero puedo llegar tarde, no importa, me dijo. Así qué nos quedaremos hasta tarde viendo porno se río y yo me reí fingiendo que no desaba que fuera verdad.
David se acomodó en la computadora a vagar en internet, mientras yo veía la tele y deseaba con todo mi ser el pene de David en mi boca. A las 9 de la noche vino a mi cama y hablamos de la película que estaba en la tele, entre tanto que avanzaba la conversación me dijo que a las 11:30 comenzaba lo bueno. Y yo hice de niño bueno y no pensé mal. Ya tienes 18 años ya es hora de que vayas aprendiendo a ser hombre, te voy a mostrar lo que hago cuando me quedo sólo. Mi mente volaba y me imaginaba a David gozando una buena paja en mi propia cama. Ya me dolía el pene de tanto tiempo que lo tenía erecto. No se lo voy a decir a nadie, ya vas a ver, me dijo. En un rato más, cambio el canal y estaban propagandas de películas porno, muchas mujeres y a los hombres apenas y se les varía el trasero. No me gustaba. Comenzó una y David estaba fascinado, a medida que se calentaba la película se calentaba también el. El hombre en la película se quitó todo y se le vio el pene antes de que la mujer lo tapara con su cabeza. Oh dios, dije cada vez que se veía algo del hombre, pero David no lo percataba. Se sentó derecho y comenzó a acariciar su paquete que estaba enorme sin quitar los ojos del TV. Comenzó a gemir y respirar aceleradamente. Yo solo lo imitaba y miraba como se acariciaba. Me miro pero yo seguía mirando su paquete, lo mire a los ojos y le sonreí, el sonrió, te gusta? Me dijo? Si le respondí sin dudar, el seguía acariciandose, y le dije para romper el hielo, ¿te vas a masturbar? Me miro y me dijo que sí, yo metí mi mano en mi pantalón y comencé a masturbarme, cerré los ojos un rato y después mire a David, ya tenía la mano dentro del short pero sólo se acariciaba, no se jalaba. No quitaba la vista de la asquerosa mujer de la tele, me dolía pensar que estaba tan cerca y a la vez tan lejos. Pero no aguanté más y se lo dije. David, quítame la virginidad. No me escucho, hable muy bajo quizás por los nervios. David, repetí, pero como seguía con los ojos en las tetas de la puta de la película, apague la tele y se lo dije, con muchos nervios pero estaba tan caliente que quise arriesgarme, David quítame la virginidad, hazme el amor, por favor, el no respondió nada, seguía como en trance mirandome a los ojos y lo bese.
Me lance sobre esos sexis labios y los bese con pasión, como nunca bese a nadie, lo abrace y seguía besándolo, se acostó sobre mi y lo deje de besar para ver sí el buscaba mis labios, pero de inmediato volvió mi boca hacia el y me beso, era lo mejor que había sentido jamás, su peso sobre mi se sentía como un masaje es todo el cuerpo, me encantaba. Poco a poco fue introduciendo su lengua, buscando la mía, y se encontraron en un baile que parecía que hubiésemos ensayado, no se cuanto tiempo nos besamos, pero se separó de mi y por fin habló, ya voy a comenzar, me dijo y el corazón me latió aún más fuerte. Rápidamente se quitó la camisa y igualmente me quito la mía, de nuevo se lanzó sobre mi y me beso, mientras nuestros pechos se acariciaban, se apartó para quitarse el short, y en eso yo mismo me quite el mío. David volvió sobre mi para quitarme el slip. Deje que lo hiciera y que me mirara todo lo que quisiera, me encantaba la idea de que David me estaba viendo desnudo, miro un rato mi pene, de un buen tamaño para mis 18 años, y me sonrió, arrodillado frente a mi comenzó a quitarse el bóxer, y me dejo ver su verga, un pene grueso de un un largo perfecto, con una corona de bellos suaves a su alrededor, David no se afeitaba y es por que no lo necesitaba, su bello de verdad lo hace ver bien. Arrodillado se acercó para que viera más de cerca, puse mi mano en su nalga y la otra en su espalda, y le dije que continuara, se acostó sobre mi y comenzó a besarme mientras nuestros penes se conocían, uno al lado del otro. Eran muchas sensaciones a la vez, los labios de David sobre los míos, el calor de su pecho sobre el mío, mis manos acariciando su espalda y su culo, y lo más espectacular, el frotaba su pene contra mi abdomen al mismo tiempo que hacia que mi pene se frotara contra su abdomen, era increíble. Lo que siempre había soñado, David y yo estábamos teniendo sexo.
Después de alrededor de 40 minutos en esto, el morbo de David se despertaba y comenzaba a gruñir, morderme los labios, las orejas y lamerme el cuello y los pezones, yo le apretaba fuertemente las nalgas, me deje llevar y el soltó un ay de dolor y separe mis manos, no importa sigue papito, me excité demasiado y le suplique que me dejara ir arriba se él, me dejo hacerlo, y comencé a besar, lamer y morder su pecho, su barriga, su abdomen hasta llegar a su verga, su polla esta ahí frente a mi, lo masturbe y lo bese, era justo como lo imaginaba. Me la comí entera, iba de arriba a abajo sin parar y lamniendolo todito hasta la punta, David se retorcía de placer, gemía, quería verme tragandome su pene, pero el placer le obligaba a cerrar los ojos, estire mi brazo para agarrarlo de la mano, y después poner su mano sobre mi cabeza, para que el guiara el acto sexual, quería que el me dominara, quería ser su esclavo, su pasiva, su puta, quería que David fuera mi dios, mi padre, mi dueño, yo estaba a su servicio y quería hacerlo gozar de placer.
Lamí un rato sus bolas para que no se corriera tan rápido, pase mi lengua también por su ano y le encantó, pero regrese a su pene para hacerlo acabar quería tomar de su leche, era lo que más deseaba, así que me dispuse a hacerlo acabar sólo usando mi boca. Así fue, rápidamente su esperma salió y la saboree con todo placer mientras David gozaba del orgasmo, me levanté y me arrodille frente a el y comencé a masturbarme para correrme frente a el, no tarde nada y me corrí sobre su pecho, también choree un poco sobre su abdomen para luego saborear un poco más esa delicia, en eso David me interrumpe, dame un poco, me dijo, y yo obedecí, tome bastante leche con mi boca y luego se la di a beber a el, luego de saborearla nos besamos mucho y me acosté sobre el para disfrutar del orgasmo más grandioso que había tenido jamás.
Me estaba quedando dormido sobre su pecho cuando me despertó, vamos a bañarnos primito, estamos muy sucios y no quiero que hayan manchas de semen en tu cama, especialmente si son mías, me dijo David sonriendo, pero como yo estaba para obedecerle me levanté y fuimos tomados de la mano a la ducha, nos besamos, nos acariciamos mucho más, le toque todo lo que me faltaba por tocarle y el también a mi. Te quiero meter el dedo en el culo papi, me dijo y sólo lo abrace y subí mis piernas alrededor se su caderas, mientras el me cargaba, comenzó a introducir su dedo índice, y me encanto, no me dolió nada, luego lo saco y metió el dedo medio, yo gemía de placer y le suplicaba más, no tengo condón mi amor, te prometo que mañana me compro unos condones para meterte el pene, te prometo que te va a encantar, ya vas a ver como se siente una verga adentro, por ahora confórmate con mi dedito si? Me lo metió más adentro y lo movía para que yo gozara, me baje, salimos de la ducha y David comenzó a secarse, no te seques todavía, quiero secarte yo, me dijo. Estas muy bueno, le dije yo, no sabes como quería que lo hiciéramos, gracias, fue lo mejor, nunca nadie me había hecho sentir tan bien, tan amado. No hemos terminado, me dijo David, me secó todo el cuerpo de forma muy sexy para excitarme, me beso muy rico. Vamos a la cama, ya es tarde. Me dio una nalgada. Lo seguí a la cama y se acostó desnudo, me acosté junto a el y nos besamos.
Ahora me toca a mi, dijo David, y bajo hacia mi verga, se la introdujo en su boca y la mamó con todo el placer del mundo, para mi fue una sensación única, me encantó, sigue papi sigue, le decía yo, mientras el mamaba y lamía mi pene, mis testículos y también se paseaba por mi ano, te gusta? Me pregunto, yo solo podía gemir y suplicarle más, dale papi no pares, que rico, si papi así, así David, ah que rico vamos mámamelo más, así por favor así papi no te detengas. Expulse solo un poco de leche que David se tragó y luego me beso, nos quedamos dormidos abrazados y soñando con lo que haríamos los próximos dos días.