El pasado lunes (29) la Iglesia católica brasileña tomó la decisión de excomulgar a un sacerdote que rehusó retractarse de las opiniones a favor de los homosexuales que había realizado días atrás. Con este comunicado, el sacerdote brasileño Roberto Francisco Daniel, de 48 años, fue separado de la Diócesis de la localidad brasileña de Baurú (sureste de la ciudad de San Pablo).

En su última misa celebrada el pasado domingo (28) ante cientos de fieles, el sacerdote, conocido por sus feligreses como el padre Beto, afirmó públicamente que “Jesús amaba a todos los seres humanos, independientemente de su condición social, de su raza y de su sexualidad”. El padre Beto incomodó fuertemente a la iglesia católica cuando hace dos meses apareció en un vídeo en Internet donde criticó el “dogmatismo” de la Iglesia sobre los homosexuales, y afirmaba que “es posible que dos personas del mismo sexo se amen”. Estas opiniones no fueron toleradas por el obispo de la diócesis de Bauru, que le exigió “reconocer su error” públicamente, un pedido que el padre Beto se negó a hacer.

El mismo lunes el sacerdote hizo su renuncia formal ante sus superiores y aunque todavía no ha decidido sobre su futuro, ya adelantó que no va a perder el contacto con sus fieles de Bauru, con quienes organizará grupos de oración. El padre Beto declaró en su cuenta de Facebook: “Para mí se ha vuelto imposible vivir el Evangelio en una institución en la cual, de momento, la libertad de reflexión y libertad de expresión no son respetadas”.