Teniendo pendiente devolver la visita a mi amigo Félix me trasladé a Asturias en donde tres pasivos tuvimos sexo con un chapero aprovechando el fin de semana.
Gozaba de varios días de descanso y se me ocurrió llamar a Félix que vive en el Principado y que en julio pasado estuvo en mi apartamento de Torrevieja. Me dijo que fuese y que tendría una sorpresa. Llegué a pleno centro de Oviedo y me presentó a su amigo Jonás que contaba con 32 años. Un tipo alto, cerca de 1.90, delgado, con complexiones atléticas y que era ejecutivo en una empresa de ventas. Mi amigo Félix cuenta con 36 años y yo Paco y alcanzo los 40 años. Allí me enteré que Jonás era pasivo al igual que Félix y yo que preferimos ser pasivos. Ambos hemos actuado de activos pero no nos va y preferimos recibir que dar placer. Por ello accedimos a buscar un activo para gozar este día.
Ambos estaban en slip y delante de la televisión donde proyectaban una peli gay. Enseguida Jonás se la comenzó a chupar a Félix, éste no la tiene muy grande, unos 13 centímetros mientras que la de Jonás llega a casi 20 y la mía alcanza los 17. Yo me uní a la fiesta comenzando a morrear a Jonás y me dediqué a chupársela. Tras estar así varios minutos, me enteré de que Jonás era también pasivo al igual que nosotros dos por lo que tras varias lamidas de polla y de culo optamos por contratar los servicios de un chapero activo y gozar con el formando un trío.
Félix se encontraba sentado en una silla mientras Jonás desde el suelo le daba una comida de polla increíble y yo me puse a su lado para que también me la comiera. Jonás con la otra mano se hacía una paja sobre una polla no curvada y sin apenas vello. Era pasivo al cien por cien y lo que más le molaba era que le follasen varios tios, además de ser un experto en comer culos y dar placer anal.
Llamó Félix a un club y contactó con un chapero que dijo llamarse Emersón y que era brasileño. Sus medidas eran buenas, 1,90 de altura. 86 kilos y 22 de polla. Tras acordar el precio, el invitado que era cien por cien activo nos dijo tardaría quince minutos pues estaba en las proximidades de donde mi amigo tenía su vivienda, un ático en una calle principal de la capital asturiana.
Félix seguía muy empalmado y optó porque Jonás le diese una lamida de ano en la cama, se fueron al dormitorio y yo me quedé en la sala esperando la llegada de Emerson. Oía los jadeos de Félix que se la estaba meneando ya que gozaba con el ruido de la lengua de Jonás que literalmente le metía la lengua hasta adentro. Félix tenía un culito muy apetitoso sin vello y muy blanco que llamaba la atención, mientras Jonás tampoco tenía vello en su parte trasera. Yo mientras me estaba cascando una paja frente a la tele donde seguía viendo una película gay.
Al rato miré a la habitación y Jonás llevaba un guante en su mano y se la metía por completo a Félix en su ano, mientras este seguía bramando como un caballo y tenía un empalme de cojones. Jonás me invitó a comerle su polla, mientras seguía metiendo mano al propietario de la vivienda. Yo me excité bastante con la escena y a punto estuve de venirme pero en ese instante tocaron a la puerta. Me puse el slip y tras mirar por la misma, vi a un morenazo que era el chapero.
Le hice pasar a la sala y me preguntó que tipo de servicio quería, mientras que vio al lado en la habitación a Félix y a Jonás con lo suyo. Como nosotros éramos pasivos, le pedimos a Emerson hacer una orgía y que nos follara a los tres. El se resistió un poco pues esperaba quedar con uno o a lo sumo dos tios pero tres dijo que era demasiado. Le insistimos y le dijimos que por dinero no se preocupase y al final viendo los euros en cantidad se resignó a quedarse. En la habitación se desnudó por completo y mostró una gran polla ya erecta mientras que encima se puso Félix al que, tras colocarse un preservativo, comenzó a follarlo, mientras que a mi me pajeaba Emerson y Jonás se besaba conmigo y con Félix.
Los cuatro estábamos muy excitados y fuimos besándonos entre si a excepción del chapero que seguía dándole a Félix por detrás, mientras éste no paraba de gemir y decía sentir un gran placer al disfrutar a tope.
Cambiamos y fue Emerson quien no llegó a correrse con Félix, quien se puso detrás de mi para follarme mientras se la cascaba a Jonás y a Félix con ambas manos, mientras Jonás me la comía, así estuvimos un buen rato sin que nadie hablase y solo se oían los jadeos del cuarteto en la reducida habitación.
Yo me puse a lamerle el trasero a Félix, mientras Jonás era ensartado por Emérson que a pesar del agotamiento seguía resistiendo a la eyaculación y no paraba de sudar por el esfuerzo que estaba llevando a cabo. Félix se la meneaba a Jonás que tenía una erección monumental y anunciaba su corrida.
Al final fue Félix quien se acostó en la cama y tanto Emerson como Jonás y yo procedimos a bañarlo de semen. Emerson fue el primero en eyacular y tiró cuatro chorretones de lefa sobre la cara de Félix, tras haberse quitado el condón y mostrar una polla muy excitada y gruesa, con abúndate vello. Jonás se corrió en el pecho de nuestro anfitrión, mientras yo le metía unos dedos por el culito que le hacían gemir de gusto, momento que aprovecho Félix también para eyacular sobre si mismo tras una paja rápida llevada a cabo por Emerson. Yo fui el último en embadurnar con mi leche a Félix y sobre su polla le arrojé el semen tras unos minutos de ver como todos acabábamos exhaustos de esta orgía.
Félix fue al baño, mientras que Emerson nos besaba a Jonás y a mi pues debía irse ya que había quedado con un cliente en el local donde trabajaba. Pagamos sus servicios y le agradecimos su visita, lamentándose de no poderse quedar por más tiempo, pero antes de nuestra llamada ya había concertado la visita con esta persona y apenas le daba tiempo a cumplimentarla.
Al final quedamos de nuevo los tres amigos pasivos que tras ducharnos salimos de marcha por las calles de Oviedo donde estuvimos en varios sitios bebiendo y conociendo mas amiguetes. Acordamos que la próxima cita sería en casa de Jonás que tiene una casa en una zona rural alejada del tumulto y el ruido de la capital.